11) Qué
son:
Las ventosas son unos
cuencos de vidrio con los que se hace vacio a partir de fuego y se colocan en
la piel de la zona afectada del paciente.
Se pueden utilizar varios
elementos como ventosas por ejemplo: vasos, frascos y ollas entre otros; pero
también las hay elaboradas ex profeso para
su uso.
Quienes practican el uso de
ventosas, deben ser personas expertas en el manejo de las mismas o será
peligroso permitir su aplicación en manos inexpertas. Una mala aplicación puede
provocar quemaduras, excoriaciones, ámpulas, moretones y mucho dolor.
Una vez que se elije la cura
con ventosas, es necesario que el paciente tenga ropa abrigadora
independientemente del clima, debido a lo caliente que resulta la terapia. Si
la persona se descuida luego del tratamiento, las consecuencias pueden ser
graves.
22)
Para qué se emplean:
Se aplican en problemas
musculares como torceduras, dolores musculares y posturales, relajación de
zonas corporales y acomodo de nervios, tendones y órganos.
No son empleados en huesos
rotos, piel con heridas o rozaduras, columna vertebral, varices, entre otras
restricciones.
Los candidatos a la cura con
ventosa, son personas adultas principalmente y en algunos casos pueden ser
niños de 5 años en adelante.
Nunca en bebés, madres
gestantes, personas con cáncer, tumores u enfermedades terminales y mujeres en
menstruación o recién paridas.
33)
Cuidados
La persona a la que se
atendió con dicha terapia, debe cubrirse perfectamente para no padecer de un
enfriamiento, no puede tomar líquidos fríos, ni bañarse o exponerse a cambios
bruscos de temperatura.
Las consecuencias de no
cuidarse luego de la terapia son principalmente: resfriado fuerte, bronquitis y
neumonía.